La propuesta es impulsada por el programa Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de la Universidad de La Punta (ULP). Consta de tres niveles y diversas actividades. Los certificados tendrán validez anual.
La Universidad de La Punta (ULP) lanza la iniciativa “Ecoescuelas, un camino a la certificación ambiental”. La propuesta se impulsa desde el programa Mecanismo Desarrollo Limpio (MDL) y ya se implementa en Escuelas Inteligentes, como los colegios “César Rosales”, de San Martín, “Conrado G. Torres”, de Villa Praga, y “San Agustín”, de la ciudad de San Luis.
“Será la primera vez que las escuelas se certifiquen ambientalmente. La propuesta consta de un trabajo institucional diario, en cuatro temáticas: forestación, eficiencia energética, gestión de residuos y consumo responsable. Luego evaluaremos el progreso de cada institución de acuerdo al trabajo realizado por los chicos”, explica Claudia Jofré, integrante del equipo de MDL.
Para recibir los certificados, las escuelas deberán superar tres niveles. Cada uno abarcará el período de un cuatrimestre y el certificado alcanzado tendrá validez anual. Al menos debe desarrollarse con la participación del 50% de los alumnos. El primero de los niveles es pedagógico. En la planificación diaria, las escuelas deberán incorporar cada una de las temáticas mencionadas. “Para comenzar, tendrán que enviarnos la planificación y, luego, con una copia de las tareas de los chicos, podremos corroborar que los temas fueron trabajados”, aseguran desde MDL.
Una vez obtenido el primer certificado, pasan al segundo nivel que está enfocado en la gestión. Es decir, las escuelas deberán llevar a la práctica la temática. “En lo referido a gestión energética, pueden hacer campañas de apagado de luz y cambiar las bombillas por lámparas bajo consumo. En forestación pueden medir el consumo energético y, en base a eso, determinar la cantidad de árboles para compensar las emisiones contaminantes de ese consumo. En gestión de residuos pueden organizar materiales como vidrio, papel y cartón para su posterior venta o, por ejemplo, o pueden armar compos. En cuanto a consumo responsable se apunta a huertas orgánicas o kioscos saludables”, describe Jofré.
En la mitad de la carrera ambiental, el tercer nivel está marcado por la relación de la institución escolar con la comunidad. El objetivo es que las escuelas muestren, mediante acciones, las actividades realizadas y el grado de concientización alcanzado, además de establecer relaciones con otras instituciones y organismos. El último nivel de certificación trata de la producción de una publicación. “Sobre todo, en estas dos últimas etapas, necesitarán el apoyo de un sponsor, para que puedan acceder a los materiales que necesiten”, detallan miembros de MDL.
Finalmente, Jofré señaló que para las escuelas que formen parte de esta iniciativa se han pensado cinco premios diferentes a elección. “Podrán ser artículos de librería certificados ambientalmente, también lámparas de bajo consumo, cestos para la separación de residuos, los árboles para la forestación, y la última opción será una biblioteca y videoteca compuesta con libros y videos −películas o documentales− de temática ambiental”, puntualizó.
Informes: ciu@ulp.edu.ar –Tel: 4452000-6089