La misión de Clementina 2 fue éxito en varios sentidos. En primer lugar tuvo un despegue perfecto, permaneció más de tres horas en vuelo, y aterrizó sana y salva a más de 240 km del Parque Astronómico La Punta (PALP), desde donde fue lanzada.
La experiencia fue organizada por la Universidad de La Punta (ULP) para festejar el 5º aniversario del planetario fijo y el observatorio del PALP, y estuvo dirigida por Pablo de León, presidente de la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE).
En este nuevo lanzamiento de Clementina se buscó romper las marcas del año pasado. El ascenso había sido de 20 mil metros y el vuelo de poco más de una hora. Y ambas cifras fueron superadas. Durante su segundo vuelo espacial, la cápsula subió hasta los 30.270 metros y estuvo más de 180 minutos en el aire.
La cápsula en su interior llevaba tres cámaras de alta resolución que permitieron registrar a San Luis como desde un satélite, y apreciar la curvatura terrestre como si se observara el planeta desde el espacio. “Ayer a las 5 de la tarde pudimos recibir los videos y son 6 horas de grabación en total, porque son tres cámaras que grabaron dos horas cada una. Digamos que hay mucho para ver y estudiar, pero los resultados preliminares de lo que vimos son absolutamente impresionantes, realizamos en conjunto un gran trabajo”, aseguró Pablo de León.
Como números relevantes del viaje se destaca la velocidad de ascenso que se mantuvo entre 3 y 5 metros por segundo hasta la estratósfera con condiciones casi espaciales. El descenso, al principio es supersónico porque a esa altura casi no hay aire; luego cuando éste comienza a tomar densidad baja a una velocidad de 5 metros por segundo. Clementina desde su punto de partida en el PALP se desplazó unos 240 km para caer suavemente gracias a su paracaídas en inmediaciones de Coronel Moldes, Córdoba. El dispositivo que asciende con un globo cargado con helio debió soportar ráfagas de viento que se desplazan a 180 km por hora a una determinada altura.
“No quiero olvidarme de destacar al equipo de rescate que realizó un trabajo perfecto. Debido a los fuertes vientos en las alturas, debían estar cambiando de dirección constantemente. Hasta que se produce el corte entre el globo y la cápsula y comienza el descenso. Es un poco como la búsqueda del tesoro, con un tesoro que se esta moviendo a 180 km x hora”, explicó de León.
En cuanto a las instancias de la actividad, el ingeniero resaltó: “El momento más emocionante, es cuando tenemos a Clementina en nuestras manos, retiramos las tarjetas de memoria de las cámaras, y nos convertimos en niños disfrutando de las imágenes, sin despegar un solo segundo la vista del monitor”.
Respecto del objetivo central de la experiencia, que es atraer los chicos y jóvenes de San Luis hacia la ciencia, el ingeniero resaltó una charla que ofreció para estudiantes en el campus de la ULP. “Ayer me tocó dar una charla a 130 chicos de escuelas y por lo que preguntaban uno se da cuenta de que le interesa la temática. Si alguno de estos chicos decide ser científico, ingeniero, etc., deberíamos sentirnos conformes con nuestra tarea”, subrayó el científico.
Informes: ciu@ulp.edu.ar –Tel: 4452000-6089